Me llamo Alex y hace más de 15 años, como otros tantos por aquella época, tuve mi primer contacto con los wargames con el mítico Warhammer Fantasy. Miniaturas de diferentes razas, humanas y no tan humanas, escaladas a 28mm y que pretendían recrear héroes y batallas épicas, en un mundo creado a partir de mitos y leyendas. Brutal, pensé. Quedé maravillado por como partiendo de una simple matriz de plástico, podías darle vida paso a paso a héroes y bastos ejércitos, a los que, con el trabajo de tus pinceles, hacías únicos y les dabas esa personalidad que los diferenciaba de cualquier otra miniatura, tanto en tu propia vitrina como en el tablero de juego frente a las miniaturas de tu adversario.

Pero entre tú y yo: dejé en “stand by” aquel mundo de leyendas y fantasía. Quedé impactado con todo lo que el mundo de las miniaturas y el modelismo me ofrecían, lo que me permitían recrear partiendo desde cero, con todo lujo de detalles y teniendo como herramienta principal la imaginación. Pero necesitaba acercarme a lo que realmente me fascinaba, un contexto del que pudiera hablar por su trasfondo histórico y a la vez, disfrutar de este hobby: la Segunda Guerra Mundial.

Pasión por la historia de la Segunda Guerra Mundial y de todos sus entresijos. Ese sería el mejor resumen, de algo que surgió de manera repentina, una vez dejé atrás aquellos libros que no ofrecían más que un breve resumen de un conflicto tan vital para la humanidad. Comencé a indagar en aquel “asunto”, haciendo uso de mi razón y motivado por el amor a la historia que me transmitió mi familia, y surgió lo que a día de hoy es un hobby que me acompaña allá donde voy.

Volviendo al mundo en miniatura, tardé en encontrar un “wargame” que combinase la historia de la WW2, el modelismo, y que además tuviera por motor de juego un reglamento ágil y directo. Hasta que me topé con Bolt Action. Aquel juego tenía todo lo antes descrito y disponía de un buen abanico de opciones por tal de poder recrear ejércitos y personajes emblemáticos. Era la excusa perfecta para dar vida a todas esas historias de la W.W.2 que cuando ves en un film dices: no puede ser.

Tiempo después de encontrar ese juego, que me dio la fusión perfecta entre wargame de la W.W.2 y modelismo, pensé en una nueva aventura y organicé mi primer torneo de Bolt Action en Barcelona, a través de una idea que terminó por ser “The Factory WW2”.

The Factory WW2 es mi sueño hecho blog. El lugar donde encontrarás algunas de las miniaturas que más tiempo les roban a mis pinceles. Y no todas relacionadas con la WW2, si no también aquellas que me devuelven a los inicios de toda esta historia, y dan rienda suelta a mi imaginación. Un cajón de sastre que nace de lo personal y que abre sus puertas a todos los que siguen poniendo en marcha su propia máquina del tiempo. Para mantener viva la ilusión de ese niño grande que aún se imagina entre espadas y tambores de guerra, con el relinchar de la caballería al trote. Y para revivir una parte esencial del sXX, en la que sus leyendas fueron de carne y hueso, y sus hazañas escribieron la historia de lo que a día de hoy conocemos por WW2.