15 Dic Veni, vidi, vici
Presentación
Tras ver el proceso de creación de los trofeos que viajaron desde Barcelona hasta Madrid, en el post “Oro, plata y bronce”, en este os quiero hablar sobre un tema que todos, o la mayoría, conocemos muy bien: los torneos.
No hablaremos de como organizar un evento, en el que reunimos a un número de jugadores para pasarlo en grande, con un juego en concreto. Hay tantas fórmulas válidas y posibles, que seria demasiado extenso plasmarlas aquí. Más bien haremos un vuelo breve y rasante, sobre aspectos como: Qué esperamos de un torneo? Cómo solemos vivir la experiencia?
Para responder a esas cuestiones, me armare de reflexiones personales en base a mi propia experiencia, tanto organizando torneos como jugando en ellos, y haré uso de un cargamento muy valioso: relatos que llegan de la mano unos compañeros de hobby, que jugaron en el Campeonato de España de Bolt Action 2021.
Verás que he intercalado a modo de contraste mis reflexiones personales, con los relatos de los compañeros que asistieron al evento en cuestión. El motivo es que me gustaría que esta lectura te sea amena y consiga evadirte de un mal día, llevando hasta tu imaginación la idea de que, lo que estas leyendo ahora mismo, bien podría ser la charla que soléis tener tus amigos y tu, en el club, en la tienda o en el bar después de una buena partida.
Los compañeros que se prestaron enérgicamente a relatar cuál fue su experiencia, y a los cuales agradezco su colaboración son: Pablo del Moral, Miguel Garcia, Antonio Corral (organizador), Jaume González, J.F Martín-Forero, Martín León, José Blanco, Kepa Ahedo y Aquiles (organizador).
¿Qué espero de un torneo?
Como jugador de Bolt Action (Warlord Games) y otros wargames, he de confesar que los días previos a un torneo, en mi cabeza la imaginación cobra un papel muy importante, y juguetea con películas que nunca verán la gran pantalla (ni la pequeña), dando vida a campos de batalla que luego han de transformarse en mesas de juego, y los héroes en miniaturas.
En la mayoría de los casos, nunca he visto esos campos de batalla hechos realidad. Y no porque los organizadores de los eventos, no hayan trabajado ese aspecto; sino porque casi siempre, las expectativas que generamos a través de nuestra imaginación, superan a la realidad.
Y si, te incluyo en la afirmación que acabas de leer, querido lector: porque es verdad ¡y lo sabes!
Tenía las expectativas muy altas, y aún así, fueron superadas. Sabía que los organizadores eran grandes amantes del hobby y no defraudaron. Al ser mi primer torneo temía encontrar listas contra las que fuera imposible jugar o una excesiva competitividad, pero pronto todos mis temores se desvanecieron, porque predominaba un ambiente de compañerismo y de ganas de pasarlo bien.
-José Blanco-
El nacional ha sido mi primer torneo de Bolt Action. Vengo muy fogueado (y hastiado) del ambiente competitivo del Warhammer 40000, lo que me provocaba muchas ideas preconcebidas. Torneos donde las mesas son campos de tiro al no haber escenografía, ambiente muy bueno pero con «ovejas negras» que hacen mucho ruido y provocan unas sensaciones negativas al evento.
-Miguel Garcia-
Y qué pasa cuando en el evento, no juegas y formas parte de esa querida organización? Por experiencia propia, puedo decirte que sucede algo similar. Las expectativas se centran más en aspectos como: crear mesas de juego atractivas y con buen nivel de jugabilidad, que los jugadores se sientan bien en el local durante el evento y que el ambiente sea agradable, que el evento tenga el apoyo de marcas y colaboradores, etc.
Aun que a simple vista parecen tareas sencillas, el grado de dificultad viene dado por el hecho de intentar que el evento, sea perfecto y agrade a todos los jugadores. Un error que todos los que hemos organizado un evento, hemos cometido. Pero ¿por qué es un error? Porque sin duda alguna es muy difícil, por no decir imposible, contentar a cada uno de los participantes.
El día que asistimos a un evento, no todos enfocamos el asunto cargados de positivismo y poder de adaptación. Podemos habernos despertado con el pie izquierdo sin motivo alguno. Pero lo que esta claro, es que todos somos de nuestro padre y nuestra madre.
Quizás las mesas te gustan más cargadas y en las del torneo hay pocos elementos de escenografía, o las misiones que ha escogido la organización no te gustan (porque no sueles jugarlas), o quizá las bases para la confección de las listas, no te agradan porque «capan» bastante tu juego habitual.
Quería que la gente que ya había asistido a otros torneos de Bolt u otros juegos pudiese decir, que este era el modelo de torneo al que siempre había querido ir. Como ves la meta era realmente alta y tremendamente difícil de alcanzar pero ¡QUE DEMONIOS! Hay que pensar a lo grande.
-Aquiles-
Esperaba reunir a todos los frikis de «Bolt» que pudieran venir, y que disfrutarán del curro hecho para ellos, sin importar que ganarán o cuantas partidas perdieran.
-Antonio Corral (Jano)-
Podríamos entonces hablar de que el denominador común en las sensaciones previas a un evento, ya seas organizador o jugador: serian un conjunto de expectativas poco realistas o con un alto nivel de exigencia (y cargadas de ilusión), que en la mayoría de los casos (no siempre) no terminan por coincidir con la experiencia vivida y aun con ello: el resultado es positivo y ¡repetiríamos!
Por fortuna ninguna de mis temores se confirmaron. Mesas con mucha esceno, muy jugables. Ambientazo, no escuche ninguna discusión y tampoco ningún “salseo” al respecto. Y las listas me sorprendieron, en positivo. Mucha gente llevaba lo que le apetecía y le gustaba independientemente de su potencial en mesa.
-Miguel Garcia-
Esperaba un ambiente festivo, ya que en un torneo tan grande el éxito es conectar a la comunidad y ver que nuestro amor al juego vence a pandemias, kilómetros y vicisitudes individuales.
-Pablo del Moral-
Pero y qué suele pasar durante el evento? Qué sucede cuando las expectativas se ven rotas por la cruda realidad? Nos venimos abajo y enviamos el día al traste? Decidimos que lo mejor, es irnos del torneo aun sin llegar al final? O quizá, por mucho que no hayamos visto aparecer ni por casualidad, a ninguna de nuestras expectativas por el lugar; estas se nos olvidan en menos que canta un gallo, y lo pasamos en grande?
Las sensaciones con los compañeros y jugadores buenísimas, todos muy grandes. Los árbitros geniales y hay que decir que era mi primer campeonato. La organización super bien, estaban atentos y resolvían todas las dudas.
-Jaume Gonzalez-
Como organización buscamos un trato cordial y cercano entre los compañeros, especialmente que valorarán al otro jugador, primar más un juego entre caballeros, que la mera victoria.
-Antonio Corral (Jano)-
Las sensaciones fueron muy buenas tanto por la organización como por los compañeros. Las tres partidas les tengo que dar un 10 a mis contrincantes.
-Martin León-
Estas, aun que puedan parecerte preguntas absurdas y que simplemente provienen de una reflexión personal, las he vivido en primera persona y también las he podido ver en compañeros y amigos del hobby. Y puedo decirte que, aun que mi experiencia personal no es la palabra sagrada, en la mayoría de los torneos a los que he asistido: el personal queda tan satisfecho al final del evento, que ni recuerda lo que esperaba encontrarse antes de llegar al lugar.
Es un placer volver a ver a viejos contrincantes y conocer a nuevos amigos y amigas. Quizás estuvimos en determinados momentos un poco a «nuestro rollo» e hicimos trabajar un poco más a la organización, pero creo que es por lo a gusto que estábamos todos.
-Kepa Ahedo-
Los compañeros me sorprendieron muy gratamente. Los veteranos ayudando con las dudas a los novatos sin una mala cara. Todo el mundo poniendo de su parte para que el ambiente en cada partida fuera divertido y la única tensión estuviera en la estrategia de cada uno y en las tiradas.
-Miguel Garcia-
Pero también he podido ver a la decepción adueñarse de algún compañero, y llevarlo por un camino sin retorno hasta el punto de abandonar el torneo antes incluso de llegar a la última partida. Quizá por enfados sin resolver con algún contrincante, por estar en desacuerdo con alguna decisión de la organización, o simplemente, y vuelvo al “late motiv” de esta mi película: falsas expectativas mal resueltas.
Un poco agridulce, era la segunda vez que utilizaba japoneses en un torneo y acabé con la sensación de que me equivoqué en la estrategia en la segunda partida: el alférez Riouchi Takada se hizo el Harakiri nada más llegar a casa, y el honor de mi ejército está restablecido.
-J.F Martín-Forero-
La sensación era que todo había salido a pedir de boca, mi viaje desde Sevilla había merecido mucho la pena, había conocido a otros amantes del hobby, visto ejércitos muy variados y había jugado tres partidas muy intensas.
-José Blanco-
Porque si al final de un torneo, te paras un momento a charlar con alguno de tus oponentes de ranking, entre cerveza y cerveza (o lo que más prefieras), seguramente muchos de ellos te expliquen que esperaban ver en las mesas de juego, o como esperaban que fuera la distribución de las mesas para así, sentirse más cómodos en el local.
Detalles que a priori, a cada uno de nosotros nos pueden parecer clave para la correcta consecución de un día perfecto entre dados. Pero que a posteriori, por mucho que podamos hacer mención de ellos una vez concluido el evento, no consideraremos de vital importancia.
Al terminar el evento me quedó una sensación muy buena, me divertí y aprendí, vi ejércitos muy originales y cosas muy bien pintadas.
-Pablo del Moral-
Creo que no hay mejor forma de disfrutar del hobby que viniendo a un evento como este: conocí a gente super maja de diferentes lugares de España, vi ejércitos super bonitos y muy bien representados, había mesas espectaculares, mogollón de premios y muchos de ellos muy currados.
-Martín León-
Y el motivo es bien sencillo: porque por encima de tu posición en el ranking final, o por encima de los pequeños detalles que he comentado más arriba, el buen ambiente que se haya respirado ese día, será lo que rompa la barrera entre lo que esperabas encontrar (expectativas) y lo que viviste en realidad (experiencia)
Yo estaba feliz. Disfruté de cada una de mis partidas y los compañeros con los que jugué, fueron muy agradables y tuvieron detalles muy cordiales durante la partida. Las mesas que me tocaron, estaban muy bien la verdad. muy jugables.
-Kepa Ahedo-
La sensación al terminar fue la de cansancio, pero sobre todo de satisfacción. Y al día siguiente ya nos entraron ganas de volverlo a organizar.
-Aquiles-
This is the End
Salir de tu zona de confort, reencontrarte con viejos amigos y caras conocidas, poner en común estrategias de juego o disfrutar viendo los ejércitos de tus oponentes; sin lugar a dudas son premios, que sin importar la posición que ocupes en el ranking de un torneo, te llevarás a casa. Podrás disfrutar de ellos cada vez que veas las fotos que hiciste ese día, o simplemente te vendrán a la mente «flashes» de las jugadas más emocionantes de aquel día, y sonreirás.
«Veni, vidi, vici» dijo el gran Julio César tras la batalla de Zela. Y es sin duda alguna, una combinación que podemos adaptar a nuestro hobby y que seguro, nos dará una fórmula infalible: Ve al torneo: olvida que esas bases no se adaptan a tu ejército, o que el local es pequeño. Observa y disfruta de cuanto ves: los ejércitos pintados por tus compañeros, la escenografía y los tableros. Y vence a tus expectativas: olvida el ranking del torneo y disfruta de cada jugada.
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Aquiles
Posted at 09:07h, 15 diciembreMe ha encantado. Eres un grande Alex. Gracias por hacer cosas como esta que hacen más grande el hobby.